Me he apuntado al Círculo Whole Kitchen, un club que invita a preparar una nueva receta cada mes. Me gustaría ser más aventurera. Pero el test de personalidad me dice todo lo contrario. A lo mejor no debería haber puesto que me siento todos los días en el mismo vagón, el mismo lateral, el mismo asiento del metro, ni que en mi menú figuran las lentejas y el puchero cada una de las semanas al año. Sí, no voy sobrada de espíritu aventurero.
Pero puedo superarlo. Estoy decidida a llenar al menos mi menú de nuevas recetas (lo del metro es otra historia).
Esta receta la he hecho pensando en una niña muy aventurera. Estaba deseando ver el mundo y llegó 4 meses antes de lo esperado. Ahora, para alegría de todos, empieza a explorar todos los confines de su casa. Para Ameera (y sus papis, Gema y Rabi), ¡feliz 1er cumple!
La receta
La lombarda está de moda. No solo es de esta temporada, sino que además es un producto local (al menos aquí en UK) y muy al alcance de cualquier bolsillo (1 lombarda = 75 céntimos). Para mí es muy importante que sea local. Sí, me da coraje que una simple lombarda haya viajado más que yo. Pero no solo es eso. Si consumimos productos locales, fomentamos la riqueza en nuestra zona y de paso, contaminando menos el planeta. Si encima son buenos para tu salud, ¿se puede pedir algo más?
- 1 lombarda
- 1 cebolla grande
- 1 manzana
- sal al gusto
- aceite de oliva
- queso feta o de rulo de cabra
- unas hojitas de hierbabuena
- rodajas de pan finas (yo utilicé un pan plano crujiente italiano, tipo pico, pero en tamaño grande)
Preparación
1. Se pican la lombarda y la cebolla por separado.
2. A continuación se pone una sartén grande con medio dedo de aceite de oliva a fuego medio. Cuando el aceite está caliente, se incorpora la lombarda picada, se sazona y se tapa.
3. Se remueve de vez en cuando para que la lombarda se vaya cociendo en su jugo. Cuando empieza a estar más tierna (unos 15 min más tarde aprox.) se añade la cebolla. Se sazona de nuevo y se vuelve a tapar.
4. Mientras tanto, se pela la manzana y se pica finamente.
5. En cuanto la cebolla empieza a ponerse traslúcida (habrá adquirido también el color de la lombarda), añadimos la manzana y la cuchara de vinagre de módena.
6. Se deja cocer todo, ya sin la tapa, hasta que la manzana esté tierna y prácticamente camuflada en la lombarda. Se retira del fuego y se deja enfriar.
7. Se prepara el pan para la tosta, una rodaja fina, que se tuesta en una sartén grill. Se le esparce una buena cucharada de lombarda y, encima, unos trocitos de queso feta. Unas hojitas de hierbabuena le van fenemenal, igual que unas nueces casqueadas.
Trucos
La lombarda cocinada sirve como un acompañante espectacular para todo tipo de carnes, por ejemplo, un triste filetillo de pollo a la plancha.
0 comments:
Publicar un comentario